La
capilla de
Santa Liberata fue consagrada en honor a la mártir hija de
Baiona y primera mujer crucificada en el mundo es de estilo italiano plateresco. Fue comenzada a construir en 1695 por suscripción popular. La
fachada del templo tiene dos elegantes
torres y en el centro, sobre el dintel y escoltada por un antiguo
escudo de Baiona y otro del reino de
Galicia, una
hornacina con la imagen de la santa crucificada. El
retablo está presidido también por la escena de su crucifixión y por una serie de medallones de alto relieve que representan el martirio sufrido por sus ocho hermanas. En los laterales del
altar se conservan dos lienzos en buen estado de
San Francisco Javier predicando a los indios y de la
Virgen del Carmen.