Ya en su interior, la
Santa vuelve a ser protagonista del
retablo del
altar mayor, donde se vuelve a ver la imagen de Santa Liberata en la
cruz y los medallones en recuerdo de sus ocho hermanas. El recuerdo a Liberata se completa con una reliquia de la Santa que fue traslada hasta
Baiona procedente de Sigüenza en el año 1869. Se trata de un hueso de su brazo.