Mandada construir en el S. XVII por la
familia Bazán y D. Alonso de Troncoso y Sotomayor, la
capilla también fue denominada de la Purificación, por consagrarse otrora a los apestados. Su nombre proviene del uso dado a la edificación para el cuidado de las distintas epidemias que tuvieron lugar en la zona durante los siglos XVII y XVII. Se trata de un sencillo templo barroco que consta de una sola nave con cubierta abovedada y planta de
cruz latina.