Recibieron sepultura en su interior los restos mortales de Josefa Ozores de Saavedra, madre del Conde Amarante. Cabe destacar de su exterior, la
torre del
campanario y su
fachada principal con una
hornacina situada en su parte superior, con la
Virgen coronada de filiación renacentista, así como la
puerta enmarcada con moldura geométrica propia del siglo XVIII.