Dejamos los
edificios históricos por un momento para volcarnos hacia el
mar o, mejor dicho, hacia la Ría de Arousa. Se trata de un
paseo que arranca en el
Molino de Mareas de A Seca y transcurre a lo largo de dos kilómetros con vistas inmejorables de O Grove, La Toja y, por supuesto, las míticas bateas o mejilloneras de las Rías Baixas. Un paseo muy agradable que, por cierto, nos llevará hasta nuestro siguiente destino: el
barrio marinero de
San Tomé.