En su día fue una pequeña
capilla de estilo
románico. En el siglo XVIII, concretamente en 1,779 se inició la construcción de la
iglesia actual, que se alargó durante dos siglos, lo que dio al templo su aspecto actual de barroco y neoclásico. Junto a la iglesia se ubica la gran
casa rectoral del siglo XVIII. El interior de la iglesia es magnífico.