! DE PELICULA!. Era una tarde de un domingo y estaba sentada en un pequeño
puente que había entrando en
Cerdedo hacia
Orense. Al verla, me sentí atraído por su belleza. Me acerqué y la saludé. No la conocía. Empezamos a hablar, era agradable estar a su lado. Bonita, simpática, sencilla,... y así la tarde se fue en un suspiro. Pero, me dijo, que en un
pueblo cercano, había
fiesta. Le pregunté si podía acompañarla y me dijo que si. Estuvimos
bailando toda la
noche y quedamos para vernos el domingo
... (ver texto completo)