Las
casas de
Combarro, antiguas viviendas marineras construidas en los siglos XVII y XVIII, la mayoría en granito, otras en madera, hablan de la vida en el
mar y si se las observa con atención, hasta cuentan historias de quienes las habitaron. Sus antiguos
soportales con balconadas de
piedra de formas palaciegas, hoy llenos de
tiendas y puestos de
artesanía, eran el
refugio donde los marineros cobijaban sus aparejos de
pesca tras la faena.