Con 71 años a cuesta, sigo viviendo la añoranza de mi Padre, aquel gallego que emigró de su tierra, dejando todo, hasta parte de su alma, y a principio del siglo pasado, llegó a Montevideo.
Con parientes por ahí, que vaya uno a saber cuántos viven, Cendelle ha significado para mi, Mabel Rodríguez Errecarte, ciudadana española, de Cendelle por elección, un vivir constante de una realidad, que trascendió más allá de la imaginación.
Y, ahora que la vemos, gracias a estas técnicas modernas, sentimos que no estábamos equivocados, por ese tanto recordar el terruño, de quienes del mismo pueblo, hacían pprofesión de fe cada vez que se reunian.
Hermanos en la diáspora y juntos, en lo que les deparó el destino.
Núnca perdimos la eperanza de ver lo que pensábamos existía. Hoy nos hemos aproximado, tanto que nos sentimos transitar por el camino angosto del ingreso al Puebo.
Segiuiremos sintiendo a todos los de Nuestra Cendelle, como nuestros hermanos.
Que Dios los proteja, y gracias por permitirnos decir lo que sentimos.
Con parientes por ahí, que vaya uno a saber cuántos viven, Cendelle ha significado para mi, Mabel Rodríguez Errecarte, ciudadana española, de Cendelle por elección, un vivir constante de una realidad, que trascendió más allá de la imaginación.
Y, ahora que la vemos, gracias a estas técnicas modernas, sentimos que no estábamos equivocados, por ese tanto recordar el terruño, de quienes del mismo pueblo, hacían pprofesión de fe cada vez que se reunian.
Hermanos en la diáspora y juntos, en lo que les deparó el destino.
Núnca perdimos la eperanza de ver lo que pensábamos existía. Hoy nos hemos aproximado, tanto que nos sentimos transitar por el camino angosto del ingreso al Puebo.
Segiuiremos sintiendo a todos los de Nuestra Cendelle, como nuestros hermanos.
Que Dios los proteja, y gracias por permitirnos decir lo que sentimos.