Porque yo sólo amo la huída. El es la huída.! Ah, Señor, el amor es huir, y yo no lo sabía! Yo tube miedo de mirar sus ojos, aquella
noche. Imprudente de mí yo no debía mirar sus ojos,
espejos del sueño espejos de lo que nunca podrá suceder. Yo no debí mirar los ojosde aquel hombre, porque dentro estaban las traidoras
barcas del sueño, las traidoras barcas abandonadas, donde van los niños pobres a soñar.