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Palomar, HIO

(3 de Mayo de 2014)
Solo quería animarle.
Dos hombres muy enfermos ocupaban la misma habitación de un hospital. Uno podía sentarse en una cama durante una hora al día y su cama estaba junto a la ventana. El otro debía permanecer tendido en la cama.
Hablaban durante horas sobre sus esposas, familias, trabajos, cuando iban de vacaciones.
Cada tarde, el hombre que podía sentarse describía a su compañero el paisaje que podía describir a su compañero el paisaje que podía ver desde allí. El hombre de la otra camacomenzaba...