LUGARES MAGICOS DE
GALICIA.
MEIRA. Moaña.
Pontevedra. Galicia.
ESPAÑA.
Horreo.
Un hórreo es una construcción destinada a guardar y conservar los alimentos alejados de la humedad y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo para su consumo. Se caracteriza por mantenerse levantado sobre pilares para evitar la entrada de humedad y de animales (especialmente ratones y otros roedores) desde el suelo y por permitir la ventilación a través de ranuras en las paredes perimétricas.
En 1918 el antropólogo polaco Eugeniusz Frankowsky registra el uso de
graneros aéreos en la península ibérica, región de los Alpes, península Escandinava, área de los Balcanes, África subsahariana, Persia, Sureste Asiático, Japón, península de Kamchatka y áreas del estrecho de Bering, empleados para la conservación del cereal. La especificidad del hórreo como tipología reside en su unión con el cultivo del maíz y a su maduración y secado en zonas de clima atlántico.
El uso del hórreo se extiende por buena parte del norte de la península ibérica. Actualmente son especialmente abundantes en Galicia y parte de
Asturias, aunque también se cuenta con ejemplos en las provincias de
León y
Zamora, en
Cantabria y en algunas zonas del
País Vasco y norte de
Portugal. En estas zonas el uso del hórreo se explica por la pronta llegada de un
invierno largo, frío y húmedo que antaño obligaba a realizar cosechas tempranas.
La primera mención del hórreo en una figura legal concerniente a la protección del Patrimonio tiene lugar en el Real Decreto Ley de 9 de agosto de 1926, que le otorga al hórreo la consideración de bien inmueble. Hay que tener en cuenta que desde 1863 la jurisprudencia le confería la consideración de bien mueble. Este cambio de estatus, que puede parecer un simple matiz, le abrió la
puerta al hórreo para ser considerado
Monumento Histórico-
Artístico, con la protección legal que esta figura implica.
El hórreo de Carnota,
La Coruña, es un Patrimonio cultural de Galicia y un Monumento del patrimonio histórico de España.
Posteriormente, la caída de los
hórreos en desuso llevó al legislador a emitir un Decreto específico para intentar su protección, ya que era cada vez más frecuente su transformación, destrucción o venta y traslado por piezas, incluso al extranjero. De este modo todos los hórreos gallegos y asturianos de más de un siglo quedaban bajo la protección del Estado español, que debería autorizar cualquier obra o modificación.
Ya dentro del Estado de las Autonomías, cada comunidad autónoma hizo distinto uso de su capacidad legisladora para proteger su patrimonio cultural. En lo que se refiere a los hórreos, la situación es la siguiente:
En Galicia no hay una legislación específica sobre hórreos y cabazos. La Ley del Patrimonio Cultural de Galicia protege de manera genérica todos los hórreos con una
antigüedad superior a los 50 años. Alguno de los hórreos gallegos son Monumento Histórico-Artístico, como el de la rectoral de
Santa Comba de Carnota, construido en 1768, o la agrupación de hórreos de Combarro. En lo referente a la promoción de medidas de conservación, en Galicia no existe una política clara de subvención a la restauración. El inventario de elementos patrimoniales de Galicia está a medio terminar, no es público y la recogida de datos no se lleva a cabo de una manera sistemática, se limita a nutrirse de
información que recoge la Dirección General de Patrimonio de la Junta de Galicia de manera casual y como resultado de procesos administrativos comunes de otras administraciones.