Obra de transición del
románico al
Gótico, restaurada a principios del siglo xx, muestra diez
arcos de medio punto tímidamente apuntados que anuncian la próxima llegada de un nuevo estilo. En la mitad del
puente se conserva un crucero, que tiene a sus pies una imagen de
San Telmo, patrón de los navegantes y a quien la
historia parece reconocer el haberlo mandado construir, y la leyenda, haberlo protegido en una fuerte
tormenta.