Los primeros restos de que se tiene constancia son unas hachas de la Edad del Bronce y dos castros situados donde se alzan actualmente las iglesias de Santa María y de San Francisco. Lo cierto es que diversos estudios arqueológicos no demuestran existencia de asentamientos habitados antes de la época romana. Tradicionalmente la historiografía ha afirmado que la mansión Ad Duos Pontes era el origen de la ciudad.