Durante la Restauración, de 1874 a 1931
Pontevedra se convierte en la «capital política» de
Galicia, debido a la relevancia que adquirieron algunas personalidades ligadas a la ciudad, como Montero
Ríos, Bugallal, Augusto González Besada, Eduardo Vincenti, Fernández Villaverde, García Prieto o Vega de Armijo. En esta época Pontevedra capital experimentó un nuevo florecimiento urbano.