A REDONDELA
Eatá Redondela varada, entre mensajes de amor, y lleva Coca
grabada, en el fondo del corezón. Que bonitas son, esas bellas
mujeres, que pasean por Redondela, son como dichosos placeres
y huelen a primavera. Llevan las redondelanas, en su dulcísimo mirar, el fulgor de las estrellas, que se reflejan
en el mar, cuando van con su dichosa gracia, ofreciendo su lealtad, con esa nobleza hermosa, que contagia tnta felicidad
Los honrados redondelanos, como venturosos choqueiros, se enamoran del candor, y se sienten orgullosos de contemplar tanra flor, en la sonriente Alameda, donde Redondela es testigo, de la amistd entretenida que alegra nuestra vida.
ANSELMO EL CARTERO DE CHAPELA
Eatá Redondela varada, entre mensajes de amor, y lleva Coca
grabada, en el fondo del corezón. Que bonitas son, esas bellas
mujeres, que pasean por Redondela, son como dichosos placeres
y huelen a primavera. Llevan las redondelanas, en su dulcísimo mirar, el fulgor de las estrellas, que se reflejan
en el mar, cuando van con su dichosa gracia, ofreciendo su lealtad, con esa nobleza hermosa, que contagia tnta felicidad
Los honrados redondelanos, como venturosos choqueiros, se enamoran del candor, y se sienten orgullosos de contemplar tanra flor, en la sonriente Alameda, donde Redondela es testigo, de la amistd entretenida que alegra nuestra vida.
ANSELMO EL CARTERO DE CHAPELA