Recuperará su esplendor al convertirse en capital de la provincia (que lleva su nombre) del antiguo Reino de
Galicia ya que se convierte en un puesto estratégico en los márgenes del
río Miño tanto para la guerra como para el
comercio, este esplendor se verá aumentado en el siglo xii, época en la que se revitaliza toda la franja norte de
España, hasta el Duero.