Los murales funcionarían juntos, como una dualidad. Decidimos relacionar las dos
fachadas ya que están una al lado de la otra. En la que vemos a la izquierda representaríamos la vida adulta en el
mar, sería una especie de percebeiro galáctico, del futuro. A la derecha representaríamos la infancia, la inocencia. Vemos a una niña con un casco y utensilios de
playa, un cubo y una fanequera. Nos interesa que los dibujos tengan esa estética surrealista y mágica, y relacionarla con las
tradiciones de
Galicia, así como con la
naturaleza y los animales.