Dicen que vino del mar
ese Cristo de Vigo,
del mar lleva la espuma
sobre su cuerpo moreno,
tostado por la amargura
que los vigueses tenemos.
Dicen que el Cristo de la Sal,
con su luz clara y salada,
va iluminando los corazones
con el marinero fervor
de esa gran procesión
que camina por Vigo.
Los corazones ofrecidos,
le muestran todo el fervor,
que se siente, que se ve,
que se escucha y se palpa,
cuando suspiran las almas
de todos los marineros,
que a Cristo van siguiendo
por los caminos del cielo.
Anselmo "El Cartero de Chapela"
ese Cristo de Vigo,
del mar lleva la espuma
sobre su cuerpo moreno,
tostado por la amargura
que los vigueses tenemos.
Dicen que el Cristo de la Sal,
con su luz clara y salada,
va iluminando los corazones
con el marinero fervor
de esa gran procesión
que camina por Vigo.
Los corazones ofrecidos,
le muestran todo el fervor,
que se siente, que se ve,
que se escucha y se palpa,
cuando suspiran las almas
de todos los marineros,
que a Cristo van siguiendo
por los caminos del cielo.
Anselmo "El Cartero de Chapela"