La iniciativa de modernizar las comunicaciones en
Galicia partió en 1860 de la "Junta Ferroviaria", formada por representantes del
Ayuntamiento de Santiago de Compostela y de la Real Sociedad de
Amigos del País. Tras varios estudios y deliberaciones se llegó al consenso de que la primera línea de ferrocarril en Galicia debía unir Santiago de Compostela con la Ría de Arosa, escogiendo al pujante
puerto de Carril. Tras varios años de vicisitudes, el
tren llegó en 1873 a la
estación de Carril, enfrente a la
playa Compostela. La obra fue culminada por la compañía inglesa "The West Galicia Railway Company Limited que tenía como gerente a John Trulock, el abuelo de Camilo José Cela.