Don García estableció su feudo y residencia allí, lo que daría lugar a la construcción del Pazo de Vistalegre en el siglo XVI cuando su hijo forma un mayorazgo otorgado por Carlos I que aunaría los bienes de Vistalegre, Barrantes y Rubiáns, reforzados por la
compra posterior del castro de Vistalegre y de los derechos del señorío de Vilagarcía, pertenecientes a este linaje hasta que el alcalde Francisco Ravella adquiere los derechos para la villa y da fin al antiguo feudo.