El enclave en el que fue construido el convento era el mismo en el que anteriormente había existido una antigua capilla, consagrada a San Cristóbal. El convento se construyó en su origen para que fuera habitado por la Orden de las Hermanas Agustinas Recolectas, y fue unido al pazo por medio de un gran arco que los comunica. Cabe comentar que el pazo tenía antiguamente una torre más de las que podemos contemplar hoy en día, y que, en el siglo XVII, al haber sufrido una destrucción parcial, fue sacada y trasladada al convento