Se puede afirmar que en su origen contó con dos
torreones almenados flanqueando su cuerpo central. Uno de estos sería luego (XVII) trasladado al nuevo
edificio del
convento. La
iglesia del convento, conocida como de
San Cristobal, se puede incluir dentro del clasicismo de la primera mitad del XVII de la mano de Bartolomé Fernández Lechuga quién probablemente trazó esta obra que consta de planta rectangular con una nave, tres tramos de
capillas laterales, crucero y
capilla mayor rectangular entre las sacristías.