Aranjuez, don Ramón del
Valle-Inclán,
le recuerda en
museos y
jardines,
no por ser estatuado con su clan
como en Vilanova, imagen de
cine.
Aquí fue su espíritu, su plan
entre plantas,
fuentes y querubines
el que como Conservador de bienes,
la
historia recogió y retiene