No sabemos hasta cuándo hubo allí vida monástica. Sí constan, a través de las noticias que sobre los bienes de esta abadía ofrecen los mencionados Tumbos, el nombre de varios abades, como F. Didaci archidiaconus, ababs in
Vilaza, que firma como testigo de una venta en un documento de 1246. La
torre, exenta, se yergue junto a la
iglesia de
San Salvador, cuya construcción, a pesar de ser posterior a la de aquella, presenta resabios románicos con añadidos barrocos. Merece la pena detenerse en ella, puesto que al menos la configuración de su nave única y de determinados elementos existentes en ella responden a la
tradición románica,