La iluminación del interior de la nave se resuelve mediante dos vanos estrechos y rectangulares con derrame, probablemente saeteras de ápice semicircular en origen. La cornisa que corona la
fachada es en gola, típicamente barroca. Todos estos elementos sugieren que el paramento
románico fue en gran parte rehecho, habiéndose perdido la
portada original en favor de otra barroca, mientras que las saeteras fueron ampliadas, añadiéndoseles un fuerte derrame y siendo su ápice semicircular suprimido.