La grandiosa silueta de su
castillo-
palacio, con sus
torres y
tejados de pizarra aparece ante nuestros ojos nada más acercarnos a esta pequeña ciudad situada a tan solo a 42 kilómetros al sur de Pamplona.
Durante la edad Media fue sede real y la residencia predilecta de Carlos III el Noble (1337-1425). Impresionan sus gruesos muros y torres almenadas que invitan a soñar con reyes y cuentos de princesas que cada año recrean en sus
Fiestas Medievales en el mes de agosto, que se llena de mercaderes, artesanos, titiriteros, trovadores, clérigos, arqueros, halconeros y malabaristas vestidos a a la usanza de la época.
Olite también alberga durante el
verano Festival de
Teatro Clásico con actuaciones en la
calle y en escenarios al aire libre.
El Palacio Real, que ocupa un tercio del casco urbano
medieval. Nos explicaron que se trataba de dos
palacios construidos uno junto a otro. El Palacio viejo (XII-XIII), es actualmente el
Parador de Turismo, del cual solo quedan los muros y las cuatro torres. Entramos y nos tomamos un café por aquello de sentirnos como reyes:-)
El palacio "nuevo" (XIV-XV) representante del estilo
gótico civil francés nos recibe en un amplio con vistosos
pendones. Lo visitamos acompañados de nuestro guía.