PLAGA DE LANGOSTA. En el año 1687 una aterradora plaga de langosta invadió Navarra, afectando también a Ujué y causando cuantiosas pérdidas, como refiere Idoate en Rincones..., [t. I, pág. 416]. El obipo de Pamplona ordenó a los párrocos que hicieran rogativas y la cabeza de San Gregorio Ostiense fue llevada por el reino, a petición de los pueblos.