El escritor falcesino José María Aguirre Alcalde –tan buen escritor que no creo que figure en ninguna historia de la literatura navarra del siglo XX– podía apuntarse a un bombardeo. De hecho, como Melville o Lowry, llegó a enrollarse en un pesquero. El de Falces podía enrollarse en un pesquero, en un bombardeo o, lo que a buen seguro será una experiencia más iniciática, en la romería de la Virgen de Ujué. Su crónica de la romería de 1975...