Diversos modelos de cepos para cazar. Pese a que estaba prohibido, en Ujué siempre había furtivos que se diseminaban por su amplio término, y se nutrían de los animales que cazaban con estas trampas: conejos, liebres, jabalíes.... Si habia suerte y caían más bichos de los que se podían consumir, estos se vendían. Famosos eran los cepos diseñados por los herreros de la localidad, como los fabricados por Don Miguel Leza o por Don Jonás Ezquer, este segundo nacido en Ujué, tenía su fragua en San Martín de Unx.