Geografía e Historia
de Navarra
Lecturas - Leyendas - Tradiciones
Biografías de Hombres Ilustres
de Navarra
POR
JULIO GURPIDE BEOPE
Inspector de Enfeñanza Primaria de Navarra
Obra pemiada por el «PATRONATO OLAVE»
en el Concurso Literario de 19 4 3
ENSEÑANZA SUPERIOR
Primera Edición
PAMPLONA
EDITORIAL IBERIA
1 9 4 4
Págs.. 169. 170 y 17 1 describe Ujué
UJUE. LA BASILICA
UNA PALOMA ANUNCIA LA APARICION DE LA VIRGEN Y DA ORÍGEN AL PUEBLO, ASI COMO A SU NOMBRE.— (Lectura)
Curiosa es la tradición sobre la construcción de la Basílica y del pueblo de Ujué.
Está situado este pueblo a la derecha de la carretera de Tafalla a Sangüesa, ocupando la cumbre y parte do una de las laderas escarpadas de los cerros do la sierra de Orba.
La Virgen de Ujué, cuya imagen acaso sea la más antigua de Navarra, es muy venerada por los pueblos comarcanos. El domingo siguiente a la fiesta de San Marcos Evangelista suben en romería a honrarla varios pueblos, algunos de ellos muy apartados. Los hombres acuden con grandes cruces sobre sus hombros.
A pesar de la especial situación del pueblo eran muchos los peregrinos de España e Italia que la visitaban frecuentemente y con singular devoción.
La tradición sobre su aparición es como sigue: vagaba un pastor con su rebaño por la montaña citada cuando advirtió que una paloma entraba y salía repetidamente del hueco de una peña. Maravillado de que tantas veces hacía el mismo vuelo, le tiraba el cayado para ver si el animalito se dirigía a otra parte. Mas nada conseguía con esto. Movido, pues, por la curiosidad trepó por el peñasco, con gran trabajo, valiéndose de las manos y de los pies. Llegó al agujero de la roca: penetró en su hueco y ¡oh asombro desconcertante!: la Imagen de la Virgen María, blanca y sonriente, con el niño Jesús entre sus brazos, en actitud de bendecir, se presentaba a sus ojos y a sus pies estaba quieta, sin espantarse del visitante, la paloma que fue causa del descubrimiento.
En este sitio habían ocultado los cristianos la Imagen para que no la profanasen los moros. Cayó de rodillas el pastor, rezó fervorosa plegaria y corrió al pueblo a comunicar el hallazgo. Este acudió presuroso y comprobó la veracidad del hecho. Interpretando la presencia de la Virgen como deseo de tener en aquel lugar una devota morada, abandonaron el pueblo y trasladaron sus viviendas a la cumbre, edificando enel centro de la misma, la Iglesia.
Así se construyó este pueblo a mediado» del siglo VIII. Y de ahí viene el nombre de Ujué, dado al mismo, de la palabra vasca «Uxua» que significa paloma. Del pueblo primitivo, más apartado, se advierten las huellas donde estuvo emplazado.
La Iglesia, de recias paredes y macizas torres, parece un castillo. Nada de extraño tiene esto. Son los tiempos duros de los señores feudales y de la Reconquista y estas construcciones son al mismo tiempo iglesias y baluartes defensivos. Así vemos en Navarra la piedad y el patriotismo, estrechamente unidos.
En artístico cofre de plata se conserva en el templo el corazón del Rey Carlos II de Navarra, cuyo nombre hizo temblar al mundo. En su testamento lo había donado a la Virgen de Ujué, a la cual tenía mucha devoción.
También se encuentra aquí un gran bulto de piedra en actitud orante que dicen recuerda al famoso caballero castellano Gonzalo Bustos que recobró la vista por intercesión de la Virgen. También añaden que desde la cruz que hay en la bifurcación de caminos, mucho antes de llegar al pueblo, comenzó dicho caballero, ciego, a subir de rodillas hasta el templo. Así lo hizo tan pronto como se lo indicaron los criados, a quienes había prevenido, que ya se divisaba la Iglesia. Al pasar por delante de esa bendita Cruz, pocos hay que no se santigüen y se descubran saludando a la Virgen con el Ave María.
La Iglesia es monumento nacional y todo el pueblo, por su antigüedad y tipismo, está bajo la protección del Patronato Nacional. Iturraldo y Suit lo describe de esta manera: «Las casas de Ujué son del tono quemado de la sierra: sus calles tortuosas y de una pendiente inverosímil, están empedradas con cantos a los que el uso y la corriente de las aguas llovedizas han dado su pulimento, y en aquellas vías desiertas, penetra el viento con violencia espantable, azota furioso las pobres viviendas, lanzando bramidos de inusitada resonancia y quejumbrosas voces para relatar tristes memorias».
Esta posición especial que le dió en aquellos duros tiempos de la Reconquista un gran valor estratégico, ya que vino a ser frontera y primera fortaleza del Reino, explica la importancia histórica de Ujué. Como que en 1036, esta villa que «era una de las más privilegiadas de Navarra», tenía nada menos que mil hombres de armas.
Y sin embargo, todo su resplandor y gloria en la guerra secular de la Reconquista, se lo debe a la Virgen milagrosa de la paloma quieta, tan venerada y amada de los buenos hijos del pueblo que preferían morir mil veces a dejar abandonada y a merced de sus enemigos la Imagen de María, preciadísimo tesoro y la joya más querida de su corazón.
Nunca olvidemos las lecciones de nuestra historia. Si quitamos de las mismas este fondo religioso: si prescindimos en la explicación de los hechos, de la fe cristiana y de la recia espiritualidad de nuestros antepasados, nos habremos quedado sin historia.
Si quieres hacer honor a la misma, ofrece a la Virgen, tu Madre amorosa, la flor pura de tu entrega total al servicio de Dios.
de Navarra
Lecturas - Leyendas - Tradiciones
Biografías de Hombres Ilustres
de Navarra
POR
JULIO GURPIDE BEOPE
Inspector de Enfeñanza Primaria de Navarra
Obra pemiada por el «PATRONATO OLAVE»
en el Concurso Literario de 19 4 3
ENSEÑANZA SUPERIOR
Primera Edición
PAMPLONA
EDITORIAL IBERIA
1 9 4 4
Págs.. 169. 170 y 17 1 describe Ujué
UJUE. LA BASILICA
UNA PALOMA ANUNCIA LA APARICION DE LA VIRGEN Y DA ORÍGEN AL PUEBLO, ASI COMO A SU NOMBRE.— (Lectura)
Curiosa es la tradición sobre la construcción de la Basílica y del pueblo de Ujué.
Está situado este pueblo a la derecha de la carretera de Tafalla a Sangüesa, ocupando la cumbre y parte do una de las laderas escarpadas de los cerros do la sierra de Orba.
La Virgen de Ujué, cuya imagen acaso sea la más antigua de Navarra, es muy venerada por los pueblos comarcanos. El domingo siguiente a la fiesta de San Marcos Evangelista suben en romería a honrarla varios pueblos, algunos de ellos muy apartados. Los hombres acuden con grandes cruces sobre sus hombros.
A pesar de la especial situación del pueblo eran muchos los peregrinos de España e Italia que la visitaban frecuentemente y con singular devoción.
La tradición sobre su aparición es como sigue: vagaba un pastor con su rebaño por la montaña citada cuando advirtió que una paloma entraba y salía repetidamente del hueco de una peña. Maravillado de que tantas veces hacía el mismo vuelo, le tiraba el cayado para ver si el animalito se dirigía a otra parte. Mas nada conseguía con esto. Movido, pues, por la curiosidad trepó por el peñasco, con gran trabajo, valiéndose de las manos y de los pies. Llegó al agujero de la roca: penetró en su hueco y ¡oh asombro desconcertante!: la Imagen de la Virgen María, blanca y sonriente, con el niño Jesús entre sus brazos, en actitud de bendecir, se presentaba a sus ojos y a sus pies estaba quieta, sin espantarse del visitante, la paloma que fue causa del descubrimiento.
En este sitio habían ocultado los cristianos la Imagen para que no la profanasen los moros. Cayó de rodillas el pastor, rezó fervorosa plegaria y corrió al pueblo a comunicar el hallazgo. Este acudió presuroso y comprobó la veracidad del hecho. Interpretando la presencia de la Virgen como deseo de tener en aquel lugar una devota morada, abandonaron el pueblo y trasladaron sus viviendas a la cumbre, edificando enel centro de la misma, la Iglesia.
Así se construyó este pueblo a mediado» del siglo VIII. Y de ahí viene el nombre de Ujué, dado al mismo, de la palabra vasca «Uxua» que significa paloma. Del pueblo primitivo, más apartado, se advierten las huellas donde estuvo emplazado.
La Iglesia, de recias paredes y macizas torres, parece un castillo. Nada de extraño tiene esto. Son los tiempos duros de los señores feudales y de la Reconquista y estas construcciones son al mismo tiempo iglesias y baluartes defensivos. Así vemos en Navarra la piedad y el patriotismo, estrechamente unidos.
En artístico cofre de plata se conserva en el templo el corazón del Rey Carlos II de Navarra, cuyo nombre hizo temblar al mundo. En su testamento lo había donado a la Virgen de Ujué, a la cual tenía mucha devoción.
También se encuentra aquí un gran bulto de piedra en actitud orante que dicen recuerda al famoso caballero castellano Gonzalo Bustos que recobró la vista por intercesión de la Virgen. También añaden que desde la cruz que hay en la bifurcación de caminos, mucho antes de llegar al pueblo, comenzó dicho caballero, ciego, a subir de rodillas hasta el templo. Así lo hizo tan pronto como se lo indicaron los criados, a quienes había prevenido, que ya se divisaba la Iglesia. Al pasar por delante de esa bendita Cruz, pocos hay que no se santigüen y se descubran saludando a la Virgen con el Ave María.
La Iglesia es monumento nacional y todo el pueblo, por su antigüedad y tipismo, está bajo la protección del Patronato Nacional. Iturraldo y Suit lo describe de esta manera: «Las casas de Ujué son del tono quemado de la sierra: sus calles tortuosas y de una pendiente inverosímil, están empedradas con cantos a los que el uso y la corriente de las aguas llovedizas han dado su pulimento, y en aquellas vías desiertas, penetra el viento con violencia espantable, azota furioso las pobres viviendas, lanzando bramidos de inusitada resonancia y quejumbrosas voces para relatar tristes memorias».
Esta posición especial que le dió en aquellos duros tiempos de la Reconquista un gran valor estratégico, ya que vino a ser frontera y primera fortaleza del Reino, explica la importancia histórica de Ujué. Como que en 1036, esta villa que «era una de las más privilegiadas de Navarra», tenía nada menos que mil hombres de armas.
Y sin embargo, todo su resplandor y gloria en la guerra secular de la Reconquista, se lo debe a la Virgen milagrosa de la paloma quieta, tan venerada y amada de los buenos hijos del pueblo que preferían morir mil veces a dejar abandonada y a merced de sus enemigos la Imagen de María, preciadísimo tesoro y la joya más querida de su corazón.
Nunca olvidemos las lecciones de nuestra historia. Si quitamos de las mismas este fondo religioso: si prescindimos en la explicación de los hechos, de la fe cristiana y de la recia espiritualidad de nuestros antepasados, nos habremos quedado sin historia.
Si quieres hacer honor a la misma, ofrece a la Virgen, tu Madre amorosa, la flor pura de tu entrega total al servicio de Dios.