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ARAYA: En tal sentido, en 1604 el gobernador Suárez Amaya,...

En tal sentido, en 1604 el gobernador Suárez Amaya, los ingenieros Bautista y Juan Bautista Antonelli y el capitán Pedro Suárez Coronel, visitaron el lugar. Asimismo, esta situación llegó a un punto crítico, cuando al año siguiente 8 barcos holandeses se enfrentaron a la flota española (Armada Invencible) que los derrotó, destruyó las instalaciones que habían construido en Araya, ejecutando además a los prisioneros, entre ellos a su comandante; lo que paralizó por varios años los intentos holandeses por ocupar la península.
En 1620 ante una nueva ofensiva de los holandeses por ocupar la península, el gobernador de Cumaná, Diego de Arroyo y Daza comunica al Rey la imperiosa necesidad de construir defensas en la provincia. Situación que fue confirmada al poco tiempo cuando los holandeses fueron rechazados en 1621, tras llevar a cabo dos ataques. Por tal motivo, el 15 de enero de 1622 fue decretada en Madrid la construcción del castillo, lo que coincidió con el desembarco en Araya de varias urcas holandesas para cargar sal, seguidos de una flota de 27 navíos que procedieron a construir 2 fuertes e instalaciones para su extracción. El 30 de noviembre de 1622, se produjo una de las batallas navales más importantes de América en el siglo XVII, cuando 43 navíos holandeses atacaron Araya con el objeto de interrumpir la construcción de la fortaleza y apoderarse de manera definitiva de la península, siendo rechazados finalmente el 13 de enero de 1623 por el gobernador Arroyo y muerto el comandante holandés.
Para enero de 1625, al fin se había construido el primer baluarte de lo que se llamó real fuerza de Santiago de Arroyo de Araya, que además fue la primera y más importante fortaleza de las provincias de Venezuela; como dato resaltante tenemos que entre los primeros soldados en ocupar la guarnición estuvo Juan de Orpín, futuro fundador de Barcelona. Al poco tiempo de construida la fortaleza, surgió cerca de la salina puerto Guamache, el cual facilitó el tráfico de provisiones y defensa del castillo; función que realizaría hasta 1648, cuando se hizo la paz con Holanda. Posteriormente, en 1684 un terremoto causó serios daños su estructura, situación que empeoró cuando en 1725 un huracán inundó la salina. En 1761 el gobernador de Cumaná, Joseph Diguja, recomendó su destrucción por considerarlo ya inútil, lo que se cumplió al año siguiente, cuando fue volado parcialmente, quedando inservible para la defensa. Por otra parte, pese a que el Castillo de Araya dejó de tener funciones defensivas en la península, las salinas siguieron siendo explotadas por particulares hasta que en 1872 fueron adquiridas por el Estado venezolano. El 31 de octubre de 1960, el castillo fue declarado monumento histórico nacional. Creo estar seguro que esta es parte de la historia de Mi Peninsula de Araya. Rafael Rojas.