El
horno de
Espejo se mantenía bajo un régimen de heredado de los siglos
medievales. El encargado se llamaba Goyo Salinas que recibía un estipendio anual por cuidar del horno, acarrear la leña, encender el fuego, guardar la levadura y de asistir a los encargados de amasar, de dar forma y cuidar el horneo, y de los tiempos de cocción de las piezas de
pan. (extraído de "Tres
hornos de pan en Espejo" de Pedro Morales Moya)