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Escudo de Armas de los Hurtado de Mendoza, LACORZANA ENTITATEA

Datos de Interés:
Lacorzana, existe como población ya en 1099 y es citada en el otorgamiento de Fuero a Miranda de Ebro por Alfonso VI.
Se sitúa esta población en terreno llano y con privilegiado emplazamiento en una encrucijada de ríos y caminos muy transitada en los siglos XVI y XVII lo que dio lugar a la construcción de una casa-torre.

El trazado del caserío se hace junto a un camino dominado por la torre palacio de los Hurtado de Mendoza. La torre dominaba desde 1510 las riberas del Zadorra y los caminos reales. Fue construida en la primera mitad del siglo XIV para la defensa y control de pasajeros y mercancías sobre otra fortaleza medieval más simple, por su primer señor don Hurtado Díaz de Mendoza, tío de Juan Hurtado de Mendoza “el Límpio” y su hijo. Posteriormente sufrió varias reformas en las que se disminuyó la altura de la torre, se le adaptó un nuevo cuerpo y se le proporcionaron almenas.

El ingreso al recinto se realiza por un arco ligeramente apuntado y lleva en la dovela un escudete que identifica su posesión por el linaje Hurtado-Mendoza.

La fortificación se levantó a base de fábrica de sillería, con una estructura simple y planta cuadrada. Consta de 2 partes: 1 torreón, situado en el extremo NorOeste del edificio y 1 palacio, también de sillería y casi cuadrado, adosado a los costados Sur y Este. Esta adelantada en casi 6 m, su fachada Norte hacia el frente del conjunto torre-palacio y un muro, hoy almenado, cierra el recinto que rodea ambas construcciones, a 9 m de la fachada y 8,30 m del flanco Oeste de la misma.

La torre se nos muestra hoy un tanto desfigurada. Al adquirir su propiedad Santiago Encío Hurtado de Mendoza en 1908, reparó totalmente el costado Sur del torreón ya ruinoso y edificó junto a él, hacia el mismo lado, una construcción de una sola planta, según puede apreciarse aún.

A la vez, rebajó un piso la torre, la remató con almenas, lo mismo que la cerca del recinto y amplió algunos vanos estrechos, adaptándolos a las necesidades de entonces.

Según recuerdos de los vecinos de Lacorzana, antes de la realización de estas obras, tenía la torre 5 plantas y se cubría con tejado a 4 aguas, seguramente, tendría también hileras de aspilleras bajo su alero, en los 4 frentes de la torre. Al restaurarla, se desmontaron los 3 matacanes de su fachada Norte, de ellos hoy sólo quedan los modillones que los sustentaban, como apeos de 3 balcones con antepechos de hormigón, abiertos entonces, en el lugar de los matacanes. La puerta principal se abre al Norte, en el palacio, junto al ángulo formado por la proyección del torreón hacia la fachada. De este modo el acceso quedaba perfectamente defendido. Defendían esta puerta 2 gruesos matacanes (1, situado sobre ella, en la 2ª planta del palacio, 1 en el ángulo de la torre, adelantada hacia ese lugar).

En el frente avanzado del torreón y en esquina hacia la puerta, se abre, con el mismo objetivo, una saetera amplia, según las construidas en el siglo XVI.

Existió en la torre un tercer matacán proyectado fuera de la fachada, de iguales características que los reseñados y con 5 modillones de triple curva como apeos, este matacán defendía, a cierta distancia, la entrada principal del edificio.

La puerta de acceso directo a la torre se encontraba en el muro Oeste, se aprecia hoy, aunque cegada, con sus 1,80 por 0,95 m, su arco de medio punto, elevada a 1,58 m de altura sobre el suelo actual y defendida por una saetera.