Torre-castillo de origen militar que se sitúa en la Plazuela de Santa María. Es una construcción de planta cuadrada dividida en cuatro pisos de altura, dos de ellos -los primeros- muy herméticos. En la torre se distinguen construcciones de dos épocas distintas. La primera corresponde a la obra del templo, románica de transición, de fines del siglo XII al XIII. A ella pertenecen las parejas de ventanas que aparecen en la parte superior de los cuatro costados. A la misma época pertenecen, en la fachada oriental, un gran arco cuya arquivolta se combina con la imposta inferior que da comienzo a la tercera planta, y el amplio arco apuntado de acceso al edificio. Puramente románico, y por lo tanto anterior, es el relieve del Salvador que se talla entre las ventanas superiores y los canecillos de esta misma fachada. De finales del siglo XIII son las parejas de ventanas que se ubican bajo las ya descritas. En este eje principal, destaca una imagen de San Benito. Aparece dentro de una hornacina-templete rematada con un tejado piramidal. La torre estaba unida con el templo por un pasapuente que existió hasta finales del siglo pasado. También se comunicaba con otras edificaciones por medio de un pasadizo interior del muro oeste del templo. En una restauración reciente se le quitaron añadidos posteriores como el campanario situado en las almenas.