La
Ermita de Urrialdo debe su nombre al
pueblo que existió a su alrededor hasta el siglo XIV, cuando fue destruído por las guerras de banderizos, salvándose únicamente la
iglesia parroquial y un
edificio adyacente. Este edificio se incendió en 1935 propagándose el fuego a la iglesia y destruyendo ambos
edificios por lo que sólo quedan sus
ruinas.