PARROQUIA DE SAN MARTIN
Sobrio exterior en que sobresale una elevada torre cuadrada de mampostería con cornisas molduradas; el pórtico abierto por dos arcos de medio punto, construido hacia 1768; y la sencilla portada del s. XIII con arquivoltas baquetonadas. Su fábrica corresponde al s. XVI. Posteriormente, en la misma fecha de ejecución del pórtico, se añaden las capillas laterales que dan lugar a una planta de cruz latina. Tres ramos en la nave, cubiertos por bóvedas nervadas con terceletes y ligaduras y terceletes con combados en la cabecera. La sacristía, del s. XVIII cubre con bóveda de arista. El retablo mayor, fue ejecutado por José de Moraza en 1779 en estilo neoclásico y dorado por Pablo Ximénez a fines de siglo. Consta de pedestal, un cuerpo y ático. En él se aprovechan piezas del anterior, como el sagrario del s. XVII, y dos tallas transformadas en las calles laterales. Flanquean el nicho central, donde se aloja el titular, dos grandes columnas corintias acanaladas. En el ático se coloca un Crucificado de fines del XVIII obra de Mauricio de Valdivielso. Los retablos laterales de factura barroca fueron dorados por Miguel de Salas. Están dedicados a la Virgen del Rosario y a San Sebastián. La talla del titular es muy tosca a pesar de estar realizada en el s. XVI. Ermita desaparecida en el s. XIX, de San Miguel.
Sobrio exterior en que sobresale una elevada torre cuadrada de mampostería con cornisas molduradas; el pórtico abierto por dos arcos de medio punto, construido hacia 1768; y la sencilla portada del s. XIII con arquivoltas baquetonadas. Su fábrica corresponde al s. XVI. Posteriormente, en la misma fecha de ejecución del pórtico, se añaden las capillas laterales que dan lugar a una planta de cruz latina. Tres ramos en la nave, cubiertos por bóvedas nervadas con terceletes y ligaduras y terceletes con combados en la cabecera. La sacristía, del s. XVIII cubre con bóveda de arista. El retablo mayor, fue ejecutado por José de Moraza en 1779 en estilo neoclásico y dorado por Pablo Ximénez a fines de siglo. Consta de pedestal, un cuerpo y ático. En él se aprovechan piezas del anterior, como el sagrario del s. XVII, y dos tallas transformadas en las calles laterales. Flanquean el nicho central, donde se aloja el titular, dos grandes columnas corintias acanaladas. En el ático se coloca un Crucificado de fines del XVIII obra de Mauricio de Valdivielso. Los retablos laterales de factura barroca fueron dorados por Miguel de Salas. Están dedicados a la Virgen del Rosario y a San Sebastián. La talla del titular es muy tosca a pesar de estar realizada en el s. XVI. Ermita desaparecida en el s. XIX, de San Miguel.