Si que es cierto de que ese árbol que queda en la casa de los motores que le decimos, a todos los que alguna vez hemos trabajado en la fabrica de sillas, nos ha servido de cobijo del tórrido sol de veranos en esas siestas que nos echábamos antes de entrar a trabajar a las 2 de la tarde, pero lo que nunca hemos sabido en que año se planto, pues ahora lo vais a saber por que charlando en la calle como un día cualquiera tropecé con la persona indicada, no con el que lo planto por que el señor en cuestión ... (ver texto completo)