El mecanismo de molienda de los más corrientes, los que molían grano, con independencia de donde obtenía la energía, generalmente constaba de una piedra circular fija, llamada ''solera'', que podía llegar a tener un diámetro superior a 8,50 metros y 80 a 120 cm de espesor, sobre la que se movía otra de forma semejante (''volandera''). En otros casos, la piedra móvil podía ser más pequeña, de forma troncocónica que al girar sigue la forma de la solera; en este caso se llama [[muela...