Maite es la primera que vi yo darle vueltas al chocolate, le daban con tanto cariño que era imposible que eso saldría con algún defecto jajaja, y mirar que ya estaba Lourdes preparada para cuando ella se cansara, dar vueltas para que ese chocolate con esa buena pinta engordase, por que haciendo honor a la verdad su rato le costo coger el espesor óptimo para que cuando te pones el vaso en los labios, se te quede esa marca inconfundible que hace el chocolate cuando esta gordo, pero todo salio a pedir...