Braulito algún día me gustaría que me contases en que consiste esta fiesta, no conozco nada d ella, y me llamo la atención el nombre, el revolcon.
Un beso
Un beso
introducción
Sobre el origen y representación del Katxi no existe documentación que avale ninguna hipótesis, únicamente existe la relacionada con su vestimenta y compensación a quién da vida a este importante personaje tan entrañable y querido en esta localidad.
El primer dato documental que se tiene data del año 1676, reflejado en los libros de “cuentas municipales” de ese mismo año, que aparece en las fiestas de enero en honor a los Santos Patronos San Vicente y San Anastasio, y que seguirá apareciendo sucesivamente en años posteriores.
Su vestimenta
En el año 1676, el Cachi tenía como indumentaria un “sayo”, y nuestros antepasados lo conocieron de diferentes colores, así como el gorro. En 1879 encontramos“la pelleta para la bota”, que es el zurriago, en la actualidad una piel de zorro.
Según la tradición oral, hasta el período de la República Española, sus colores eran: rojo el pantalón y chaqueta, ribeteado todo ello por el color amarillo, lo mismo que el gorro. Durante la República, su tonalidad era: chaqueta y pantalón a rayas horizontales del mismo color que la bandera republicana, rojo, amarillo y morado. En esta misma época fue también rojo, así como en el traje de pana negro.
Tras finalizar la Guerra Civil española fue de rojo, y se le añadieron unas ramificaciones al lado de las solapas con alguna incrustación en el gorro.
Hacia la mitad del siglo pasado, se le impusieron los colores que actualmente tiene: rojo y verde. Lleva traje de fieltro de grandes rayas rojas y verdes, tocado con un gorro de igual tela, una piel de zorro colgada y en las mangas del mismo lleva inscrito “El Cachi” y en la espalda “Viva San Vicente. Oyón-Oion”.
Hay una versión sobre esta vestimenta que utiliza el Cachi de Oyón-Oion y es que el traje tiene los mismos colores que usaban los soldados de las hermandades alavesas del siglo XVII.
Posible origen
“El Cachi representa a todo el Pueblo rindiendo homenaje de honor y respeto a a la Villa representada en la bandera que tremola con toda seriedad, con toda ceremonia el Síndico Municipal”.
Oyón-Oion, al eximirse de la Villa de Laguardia en el año 1633, obtuvo su bandera, al hacerse Villa de por sí y sobre sí. La bandera de la Villa desde ese momento es considerada el centro de la fiesta y resalta la importancia que el Pueblo daba a considerarse “Villa” hasta el punto de dedicarle todo un acto festivo. En todo caso, el Cachi en este momento es la representación genuina del Pueblo.
Tradición: “El Revolcón del Katxi”
El revolcón del Cachi, se realiza en dos ocasiones en las fiestas patronales, tanto el día 21 (vísperas), como el día 22 de enero. En cada una de ellas, se hace en primer lugar frente a la hermosa portada plateresca de la Iglesia Parroquial, y en segundo lugar, frente a la Casa Consistorial.
Acto representativo:
En la puerta de la Iglesia toma el Cachi el más serio y solemne de los aspectos. Los oyoneses forman un gran corro junto a las Autoridades, representantes Municipales y Clericales, con los niños y niñas situados frente a la portada plateresca de la Iglesia Parroquial. Tras escuchar los primeros compases de la tradicional habanera, el Cachi se coloca tumbado en el centro, delante del concejal de cultura (antiguamente representado por el Síndico del Municipio), que porta la bandera de la Villa y comienza a flamearla sobre el Cachi. Éste último empieza a revolcarse bajo ella con toda solemnidad, al compás de la melodía (ésta se interpreta dos veces en cada representación).- Finalizada la ceremonia, se levanta el Cachi, lanza el gorro, y vitorean todos los presentes a los Santos Patronos San Vicente y San Anastasio, entrando seguidamente en el recinto religioso.
En las vísperas al anochecer, el Cachi acompañado de los oyoneses y la Corporación protagonizará su primer revolcón.
Un referente innovador: “La Bajada del Katxi”
En 1948 se plantearon dos cuestiones entre las gentes de nuestra Villa. En el mes de enero el frío invernal restaba afluencia a unas fiestas que querían ser las mejores del contorno. Se decidió hacer unas nuevas fiestas en los meses de verano, a éstas se les llamaron Fiestas de Acción de Gracias. Siendo la decisión final celebrarlas del 4 al 8 de Septiembre.
Posteriormente, en 1974, dichas fiestas trasladaron su inicio “al jueves anterior al último domingo de agosto” debido al desarrollo industrial de la localidad.
Desde el año 1979, una nueva tradición ha enraizado en nuestro pueblo, es la “Llegada del Katxi”, o si se prefiere “La Bajada del Katxi”.
¿Quién mejor puede presentar y anunciar estos días de jolgorio, así como unirlos a todas nuestras tradiciones?...
Pues bien, creemos que el Katxi es perfectamente el personaje de unión entre nuestras Fiestas Patronales y estas Fiestas de Acción de Gracias.
Así pues, corresponde al Katxi descender desde la torre de la Iglesia Parroquial hasta la plaza anunciando el inicio de las Fiestas de Acción de Gracias, aunque en esta arraigada misión es suplido por un “sosias” de cartón piedra, que recorre los 87 metros del itinerario suspendido por el gorro.
El último día, el muñeco asciende por la cuerda hasta la torre de la Iglesia dando por concluidos los festejos
Sobre el origen y representación del Katxi no existe documentación que avale ninguna hipótesis, únicamente existe la relacionada con su vestimenta y compensación a quién da vida a este importante personaje tan entrañable y querido en esta localidad.
El primer dato documental que se tiene data del año 1676, reflejado en los libros de “cuentas municipales” de ese mismo año, que aparece en las fiestas de enero en honor a los Santos Patronos San Vicente y San Anastasio, y que seguirá apareciendo sucesivamente en años posteriores.
Su vestimenta
En el año 1676, el Cachi tenía como indumentaria un “sayo”, y nuestros antepasados lo conocieron de diferentes colores, así como el gorro. En 1879 encontramos“la pelleta para la bota”, que es el zurriago, en la actualidad una piel de zorro.
Según la tradición oral, hasta el período de la República Española, sus colores eran: rojo el pantalón y chaqueta, ribeteado todo ello por el color amarillo, lo mismo que el gorro. Durante la República, su tonalidad era: chaqueta y pantalón a rayas horizontales del mismo color que la bandera republicana, rojo, amarillo y morado. En esta misma época fue también rojo, así como en el traje de pana negro.
Tras finalizar la Guerra Civil española fue de rojo, y se le añadieron unas ramificaciones al lado de las solapas con alguna incrustación en el gorro.
Hacia la mitad del siglo pasado, se le impusieron los colores que actualmente tiene: rojo y verde. Lleva traje de fieltro de grandes rayas rojas y verdes, tocado con un gorro de igual tela, una piel de zorro colgada y en las mangas del mismo lleva inscrito “El Cachi” y en la espalda “Viva San Vicente. Oyón-Oion”.
Hay una versión sobre esta vestimenta que utiliza el Cachi de Oyón-Oion y es que el traje tiene los mismos colores que usaban los soldados de las hermandades alavesas del siglo XVII.
Posible origen
“El Cachi representa a todo el Pueblo rindiendo homenaje de honor y respeto a a la Villa representada en la bandera que tremola con toda seriedad, con toda ceremonia el Síndico Municipal”.
Oyón-Oion, al eximirse de la Villa de Laguardia en el año 1633, obtuvo su bandera, al hacerse Villa de por sí y sobre sí. La bandera de la Villa desde ese momento es considerada el centro de la fiesta y resalta la importancia que el Pueblo daba a considerarse “Villa” hasta el punto de dedicarle todo un acto festivo. En todo caso, el Cachi en este momento es la representación genuina del Pueblo.
Tradición: “El Revolcón del Katxi”
El revolcón del Cachi, se realiza en dos ocasiones en las fiestas patronales, tanto el día 21 (vísperas), como el día 22 de enero. En cada una de ellas, se hace en primer lugar frente a la hermosa portada plateresca de la Iglesia Parroquial, y en segundo lugar, frente a la Casa Consistorial.
Acto representativo:
En la puerta de la Iglesia toma el Cachi el más serio y solemne de los aspectos. Los oyoneses forman un gran corro junto a las Autoridades, representantes Municipales y Clericales, con los niños y niñas situados frente a la portada plateresca de la Iglesia Parroquial. Tras escuchar los primeros compases de la tradicional habanera, el Cachi se coloca tumbado en el centro, delante del concejal de cultura (antiguamente representado por el Síndico del Municipio), que porta la bandera de la Villa y comienza a flamearla sobre el Cachi. Éste último empieza a revolcarse bajo ella con toda solemnidad, al compás de la melodía (ésta se interpreta dos veces en cada representación).- Finalizada la ceremonia, se levanta el Cachi, lanza el gorro, y vitorean todos los presentes a los Santos Patronos San Vicente y San Anastasio, entrando seguidamente en el recinto religioso.
En las vísperas al anochecer, el Cachi acompañado de los oyoneses y la Corporación protagonizará su primer revolcón.
Un referente innovador: “La Bajada del Katxi”
En 1948 se plantearon dos cuestiones entre las gentes de nuestra Villa. En el mes de enero el frío invernal restaba afluencia a unas fiestas que querían ser las mejores del contorno. Se decidió hacer unas nuevas fiestas en los meses de verano, a éstas se les llamaron Fiestas de Acción de Gracias. Siendo la decisión final celebrarlas del 4 al 8 de Septiembre.
Posteriormente, en 1974, dichas fiestas trasladaron su inicio “al jueves anterior al último domingo de agosto” debido al desarrollo industrial de la localidad.
Desde el año 1979, una nueva tradición ha enraizado en nuestro pueblo, es la “Llegada del Katxi”, o si se prefiere “La Bajada del Katxi”.
¿Quién mejor puede presentar y anunciar estos días de jolgorio, así como unirlos a todas nuestras tradiciones?...
Pues bien, creemos que el Katxi es perfectamente el personaje de unión entre nuestras Fiestas Patronales y estas Fiestas de Acción de Gracias.
Así pues, corresponde al Katxi descender desde la torre de la Iglesia Parroquial hasta la plaza anunciando el inicio de las Fiestas de Acción de Gracias, aunque en esta arraigada misión es suplido por un “sosias” de cartón piedra, que recorre los 87 metros del itinerario suspendido por el gorro.
El último día, el muñeco asciende por la cuerda hasta la torre de la Iglesia dando por concluidos los festejos