Tengo que dar las gracias públicamente a un amigo, por corroborar aquel pequeño relato que hice anoche del sitio y la forma en que enterraron a San Prudencio patrón de Alava, yo no sabia que existía la pagina que me ha mandado amablemente para dar fe y corroborar lo anteriormente dicho, y pongo un extracto recogido de dicha pagina que por sus medidas es imposible ponerla entera,
Lorenzo Merino Barragán, en su obra "Perfiles Jacobeos" cuenta de San Prudencio que estando en Osma, enfermó y le dijo a su sobrino Pelayo: "Nuestro Señor Jesucristo sabe donde ha de ser enterrado mi cuerpo; cuando muera es su voluntad que me coloquéis sobre el mulo y él irá al sitio donde debo ser sepultado. Esta es la voluntad de Dios". Su cadáver fue colocado sobre el mulo seguido del Obispo de Tarazona y vecinos, hasta que llegó a la falda meridional de Monte Laturce, a un cuarto de legua de Clavijo, parándose en la boca de una cueva. Según parece, se trataba de la primera cueva que el Santo pasó de anacoreta. Añade que "Pelayo y sus compañeros dieron sepultura a San Prudencio… y se organizaron en comunidad monástica… adoptando la regla de San Agustín… sobremonasterio de san Prudencio de aquella humilde sepultura levantaron una pequeña Iglesia con su reducido cenobio. La Iglesia tomó el nombre de San Vicente mártir. Al recibir de la Iglesia el santo Obispo los honores de los altares, tanto la Iglesia en que estaba el sepulcro, como el cenobio, recibieron el nombre del Santo: Iglesia de San Prudencio y Cenobio o Monasterio de San Prudencio".
Lorenzo Merino Barragán, en su obra "Perfiles Jacobeos" cuenta de San Prudencio que estando en Osma, enfermó y le dijo a su sobrino Pelayo: "Nuestro Señor Jesucristo sabe donde ha de ser enterrado mi cuerpo; cuando muera es su voluntad que me coloquéis sobre el mulo y él irá al sitio donde debo ser sepultado. Esta es la voluntad de Dios". Su cadáver fue colocado sobre el mulo seguido del Obispo de Tarazona y vecinos, hasta que llegó a la falda meridional de Monte Laturce, a un cuarto de legua de Clavijo, parándose en la boca de una cueva. Según parece, se trataba de la primera cueva que el Santo pasó de anacoreta. Añade que "Pelayo y sus compañeros dieron sepultura a San Prudencio… y se organizaron en comunidad monástica… adoptando la regla de San Agustín… sobremonasterio de san Prudencio de aquella humilde sepultura levantaron una pequeña Iglesia con su reducido cenobio. La Iglesia tomó el nombre de San Vicente mártir. Al recibir de la Iglesia el santo Obispo los honores de los altares, tanto la Iglesia en que estaba el sepulcro, como el cenobio, recibieron el nombre del Santo: Iglesia de San Prudencio y Cenobio o Monasterio de San Prudencio".