VAYA TEO, ESTO SÍ QUE ES UNA BUENA SORPRESA Y SUPERAGRADABLE, soy nieta e hija de carpintero, mi abuelo ZOILO trajo de LA ARGENTINA un cajón enorme de herramientas, conozco todos sus nombres, me he criado entre cepillos, escoplos, limas, sierras, serruchos,, etc.... no te digo nada y el olor del serrín... CUANDO MI ABUELO MURIÓ EN EL AÑO 45, mi padre se hizo cargo del taller y allí en ese taller he jugado con todas las herramientas con el consiguiente enfado de mi padre porque mis hermanas, mi hermano y yo todo se lo poníamos patas arriba. Cuantos recuerdos me trae todo ésto, aún tenemos el taller y la máquina SERRADORA que vino de VITORIA EN 1954, costó un pastón en aquellos tiempos. Algún día te contaré más cosas. DOS CARRACONES DE SEMANA SANTA están hechos por mi abuelo en ese taller, hoy están en el museo etnológico de CASTILLA LEON, donados por mi hermano que fue quien los heredó, al ser el único chico de la familia. Un abrazo TEO.
Buenos días Noemi, yo también te podría contar muchas cosas de ese oficio, por que precisamente desde los 14 años hasta que me jubile, he estado trabajando en la madera barnizando muebles y todo lo que salia, así que yo también tengo bien presente ese olor a madera y barnices de todas las clases, podríamos estar hablando largo y tendido de ese oficio pues han sido muchisimos años los que he estado trabajando en el, bueno Noemi pasa buen fin de semana y te mando un abrazo desde Oyon,