Noticia recogida de la Rioja. com
La Oyonesa se estrella ante el Calasancio
Los alaveses completan un mal partido y caen con justicia
CALASANCIO 2
OYONESA 0
Calasancio: Joserra, Álvaro Ruiz, Pérez (Geru, m. 73), Jubera, Gonzalo, Nicolás, Nacho, Pipo, Héctor, Santana (López, m. 88) y Pablo (Chavarri, m. 82).
Oyonesa: Berni, Pinillos, Ureta (Indiano, m. 56), César Chasco (Eduardo Jiménez, m. 56), David Sánchez, Nano, Toño, Dani López, Escribano, Sergio Domínguez (Óscar Santos, m. 64) y Gustavo Bezares.
Goles: 1-0, m. 12, Nacho; 2-0, m. 47, Santana.
Árbitro: José Ignacio Alonso. Amonestó a los locales Álvaro Ruiz, Jubera, Héctor, López y Santana y a los visitantes Toño, Sergio Domínguez, Escribano y Eduardo Jiménez. Expulsó por roja directa a Pinillos en el minuto 78.
Incidencias: Antes del partido se le entregó una placa a Miguel, preparador físico del Calasancio, y se guardó un minuto de silecio en memoria de Ángel Díaz Olarte, presidente del San Marcial.
Después de la derrota sufrida el fin de semana pasado ante el Náxara, la Oyonesa se veía obligada ayer a ganar al Calasancio para no descolgarse de los puestos de privilegio de la tabla. Una obligación que los alaveses no pudieron cumplir, puesto que cayeron derrotados tras realizar un partido muy flojo.
La primera parte de los de Jorge Ochoa fue nefasta. Muy mala. Sólo un remate de cabeza de Dani López poco después de empezar y otro de Toño al filo del descanso pusieron en apuros a la zaga del Calasancio. El equipo logroñés, por su parte, se mostró muy serio y ordenado y, gracias a eso, comenzó a acumular oportunidades. En la primera, Pablo estrelló el balón en el palo tras un excelente remate de cabeza y, en la segunda, el mismo jugador vio cómo su remate era repelido sobre la línea de gol por Ureta.
Esos dos intentos fallidos no hicieron disminuir el empuje de los locales que, en su tercera ocasión clara, sí que fueron capaces de abrir el marcador. Un tanto que nació de un saque de banda a favor de la Oyonesa cerca de su área en el que el balón quedó suelto en la frontal. Allí apareció Nacho para, con un potente tiro al primer toque, dar la primera ventaja a su equipo.
Tras la reanudación, la Oyonesa estaba obligada a reaccionar, pero se encontró con otro jarro de agua fría en forma de gol. Un pase de Nacho fue recogido por Santana y el delantero, con mucha serenidad, superó a Berni. Un tanto que dejaba tocados a los alaveses y que fue muy protestado por los jugadores blanquiazules al entender que David Sánchez había sido objeto de falta en la jugada.
Con el partido tan cuesta arriba, Ochoa puso en juego toda la artillería que tenía en el banquillo. Indiano y Óscar Santos ingresaron en el terreno de juego, pero estas sustituciones no dieron los frutos esperados. Si es cierto que los alaveses llegaron con asiduidad al área rival, pero no lo es menos que esos acercamientos acababan sin remates claros.
Los últimos minutos del encuentro vieron cómo los alaveses se quedaban con diez por la clara expulsión de Pinillos y cómo Chavarri a punto estuvo de dar un triunfo más abultado a los suyos.
La Oyonesa se estrella ante el Calasancio
Los alaveses completan un mal partido y caen con justicia
CALASANCIO 2
OYONESA 0
Calasancio: Joserra, Álvaro Ruiz, Pérez (Geru, m. 73), Jubera, Gonzalo, Nicolás, Nacho, Pipo, Héctor, Santana (López, m. 88) y Pablo (Chavarri, m. 82).
Oyonesa: Berni, Pinillos, Ureta (Indiano, m. 56), César Chasco (Eduardo Jiménez, m. 56), David Sánchez, Nano, Toño, Dani López, Escribano, Sergio Domínguez (Óscar Santos, m. 64) y Gustavo Bezares.
Goles: 1-0, m. 12, Nacho; 2-0, m. 47, Santana.
Árbitro: José Ignacio Alonso. Amonestó a los locales Álvaro Ruiz, Jubera, Héctor, López y Santana y a los visitantes Toño, Sergio Domínguez, Escribano y Eduardo Jiménez. Expulsó por roja directa a Pinillos en el minuto 78.
Incidencias: Antes del partido se le entregó una placa a Miguel, preparador físico del Calasancio, y se guardó un minuto de silecio en memoria de Ángel Díaz Olarte, presidente del San Marcial.
Después de la derrota sufrida el fin de semana pasado ante el Náxara, la Oyonesa se veía obligada ayer a ganar al Calasancio para no descolgarse de los puestos de privilegio de la tabla. Una obligación que los alaveses no pudieron cumplir, puesto que cayeron derrotados tras realizar un partido muy flojo.
La primera parte de los de Jorge Ochoa fue nefasta. Muy mala. Sólo un remate de cabeza de Dani López poco después de empezar y otro de Toño al filo del descanso pusieron en apuros a la zaga del Calasancio. El equipo logroñés, por su parte, se mostró muy serio y ordenado y, gracias a eso, comenzó a acumular oportunidades. En la primera, Pablo estrelló el balón en el palo tras un excelente remate de cabeza y, en la segunda, el mismo jugador vio cómo su remate era repelido sobre la línea de gol por Ureta.
Esos dos intentos fallidos no hicieron disminuir el empuje de los locales que, en su tercera ocasión clara, sí que fueron capaces de abrir el marcador. Un tanto que nació de un saque de banda a favor de la Oyonesa cerca de su área en el que el balón quedó suelto en la frontal. Allí apareció Nacho para, con un potente tiro al primer toque, dar la primera ventaja a su equipo.
Tras la reanudación, la Oyonesa estaba obligada a reaccionar, pero se encontró con otro jarro de agua fría en forma de gol. Un pase de Nacho fue recogido por Santana y el delantero, con mucha serenidad, superó a Berni. Un tanto que dejaba tocados a los alaveses y que fue muy protestado por los jugadores blanquiazules al entender que David Sánchez había sido objeto de falta en la jugada.
Con el partido tan cuesta arriba, Ochoa puso en juego toda la artillería que tenía en el banquillo. Indiano y Óscar Santos ingresaron en el terreno de juego, pero estas sustituciones no dieron los frutos esperados. Si es cierto que los alaveses llegaron con asiduidad al área rival, pero no lo es menos que esos acercamientos acababan sin remates claros.
Los últimos minutos del encuentro vieron cómo los alaveses se quedaban con diez por la clara expulsión de Pinillos y cómo Chavarri a punto estuvo de dar un triunfo más abultado a los suyos.