Ya esta la parrilla en la lumbre, y Manuel Ángel y Felix con una maestría digna de los mejores asadores, dejaron las Pringadas en su justa medida de tueste para su posterior degustación, tuvieron una maestría envidiable para dejarlas todas iguales sin ningún síntoma de que se hubiera empezado a quemar por ningún lado, si amigos fuisteis unos maestros en ese arte por que para que una pringada salga como Dios manda y según me dijo un señor del pueblo, la tienen que tener un tiempo determinado, un tiempo por cada lado y revisarlas constantemente para que no haya problemas, y salgan todas con el mismo tueste y textura, así que adjudicaros ese empleo para posteriores degustaciones por que lo hicisteis muy bien, pero como amigo os diré que deberíais exigir un ventilador portátil, por que seguro que en el infierno no hubierais pasado tanto calor y eso que estábamos aun en invierno jajaja,