Y parece que el estar solo en el foro esta tarde, y con una fotografía del Ebro delante, me recuerda también cuando eramos no tan niños que ahorrabamos alguna perra, bajábamos a Logroño y en alguna ferretería que vendían aparejos de pescar allí comprabamos alguno, y algún domingo nos sentíamos pescadores y nos marchábamos al Ebro haber si pescábamos algo, Para caña nos servía un palo cualquiera, que le poníamos el aparejo que comprabamos, un carrete de hilo de coco y la boya que recuerdo que era como una peonza de corcho muy pequeña con un plomillo, y a esperar a esperar que pasaría la tarde por que pescar casi nunca infringíamos la ley pescando nada, pero teníamos otra forma de pescar y lo sencillo que era entonces si que pescábamos vermejuelas en cantidad, con una botella de las de 750 cl de las que tienen el cristal claro, de las que tenían hundido el culo para dentro y con una vela poniéndosela en el culo, hasta calentarlo a tope, se le daban unos golpes y ese trozo que estaba muy caliente se rompía dejando un aguiero, entonces le metíamos una cuerda larga por la boca sujetandola con un corcho, y que le saldría por la parte de atrás atando los dos trozos de cuerda, le echábamos bastantes migas de pan adentro y echábamos la botella en las charcas que estaban llenas de bermejuelas y estas se quedaban dentro por que la abolladura de la botella les impedía salir por que no encontraban el aguiero, y así pasábamos las tardes de los domingos por que no teníamos otra forma de pasarla,