UNA FIESTA PARA LA VENDIMIA DE RIOJA ALAVESA
Se inicia en 1994 en la Villa de Laguardia y desde entonces ha recorrido ya catorce municipios coincidiendo con el domingo de la mitad de septiembre, como inicio de la Vendimia. Con este multitudinario acto se pretende dar a conocer a los visitantes los municipios, su forma de vida y principalmente el vino como principal producto del desarrollo rural de la comarca. La fiesta arranca con el tradicional Pregón, de la mano de relevantes figuras del deporte, cultura, medios de comunicación y sociedad, que se convierten en embajadores de Rioja Alavesa. El pisado de la uva y la cata del primer mosto da paso al recorrido por la localidad organizadora catando el vino clasificados por pueblos y bodegas. El vino, como es de rigor, se cata en una fina copa de cristal serigrafiada con el logotipo de Rioja Alavesa, a su vez singular recuerdo de la jornada. Diferentes actividades, juegos infantiles, demostraciones gastronómicas, música... se van combinando con la de la cata convirtiendo el acto en un día festivo de carácter lúdico y de convivencia. La multitudinaria asistencia a la cita no supone ningún obstáculo al contar con una organización de gente voluntaria siempre dispuesta a hacernos más fácil y agradable este día. Con anterioridad se desarrollan dos jornadas dedicadas al Hermanamiento del Vino de Rioja Alavesa con otros productos de la mesa y el Concurso de Vinos de la Denominación de Origen Calificada Rioja al que concurren las mejores expresiones de los caldos de las tres subzonas de Rioja.
Se inicia en 1994 en la Villa de Laguardia y desde entonces ha recorrido ya catorce municipios coincidiendo con el domingo de la mitad de septiembre, como inicio de la Vendimia. Con este multitudinario acto se pretende dar a conocer a los visitantes los municipios, su forma de vida y principalmente el vino como principal producto del desarrollo rural de la comarca. La fiesta arranca con el tradicional Pregón, de la mano de relevantes figuras del deporte, cultura, medios de comunicación y sociedad, que se convierten en embajadores de Rioja Alavesa. El pisado de la uva y la cata del primer mosto da paso al recorrido por la localidad organizadora catando el vino clasificados por pueblos y bodegas. El vino, como es de rigor, se cata en una fina copa de cristal serigrafiada con el logotipo de Rioja Alavesa, a su vez singular recuerdo de la jornada. Diferentes actividades, juegos infantiles, demostraciones gastronómicas, música... se van combinando con la de la cata convirtiendo el acto en un día festivo de carácter lúdico y de convivencia. La multitudinaria asistencia a la cita no supone ningún obstáculo al contar con una organización de gente voluntaria siempre dispuesta a hacernos más fácil y agradable este día. Con anterioridad se desarrollan dos jornadas dedicadas al Hermanamiento del Vino de Rioja Alavesa con otros productos de la mesa y el Concurso de Vinos de la Denominación de Origen Calificada Rioja al que concurren las mejores expresiones de los caldos de las tres subzonas de Rioja.