, Como en la película cantando bajo la lluvia, estos jóvenes Oyoneses bailaban la danza de los patronos casi al terminar la procesión, puesto que no les falta nada mas que pasar la plaza de San Vicente para entrar ya a la Iglesia, claro esta que aun faltaba el torillo de fuego, que es para nosotros ese revulsivo que le da mas armonía a la procesión y quizás algo mas de importancia, seguro que con el fervor que bailaban en el honor de los santos patronos ni notaban que estaba lloviendo sobre sus cabezas, por que es tanto el amor que se les tiene a nuestros santos en el pueblo, que se puede aguantar lo que sea con tal de cumplir con esta tradición tan arraigada en nuestro pueblo, que quiere que sus patronos estén contentos viendo a la multitud que aguantan el agua estoicamente por ellos mientras la procesión circula, para concluir acomodando a nuestros santos patronos en el altar que tienen como aposento en la Iglesia