Noticia recogida de Noticias de Alava
fiestas de san vicente y san anastasio
El Katxi de Oion se da el revolcón
Las fiestas patronales finalizaron ayer con menos afluencia de público que el año pasado
La bajada del Katxi desata la fiesta en Oion
Oion. Ya sea por el frío o quizá por la crisis económica, las fiestas de San Vicente y San Anastasio de Oion registraron en esta edición una afluencia de vecinos y visitantes bastante menor que al año pasado. No obstante, todos los actos contaron con el buen ánimo de los asistentes.
La última jornada de las fiestas, la de ayer domingo, comenzó con el tradicional desfile de los auroros, que desde las 4.30 horas recorrieron las calles avisando de su presencia con sonoros cohetes antes de interpretar sus letanías. Por cierto, estos auroros no son integrantes de una cofradía ni de un grupo organizado, sino gente del pueblo que se apunta un par de semanas antes de la salida y se reúne en la sacristía para iniciar los ensayos. O sea, pura vocación.
A las 12.30 horas, encabezados por los gaiteros, la comitiva y los vecinos y visitantes se pusieron en marcha desde la plaza del ayuntamiento hasta la iglesia parroquial para asisitir al primer revolcón del Katxi, representado por Juan José Andoyo.
Como todos los años, se tumbó en el suelo y giró y giró mientras la abanderada de Oión hacía ondear la enseña sobre su cuerpo. Tras ello, se puso en pie y lanzó la gorra al aire para recogerla posteriormente como una señal para entrar en la iglesia con el fin de asistir a la ceremonia.
Unos entraron hasta abarrotar el templo. Otros se quedaron fuera con los chiquillos, que aprovechan para acercarse hasta los gigantes y cabezudos y jugar sin temor con ellos. Mientras, a mitad de camino entre el Ayuntamiento y la iglesia, el Club de Petanca Oyonesa repartió decenas de bollos con chorizo, los preñaos.
Al término de la misa, la comitiva se dirigió al Ayuntamiento. Ante sus puertas, el Katxi volvió a revolcarse.
fiestas de san vicente y san anastasio
El Katxi de Oion se da el revolcón
Las fiestas patronales finalizaron ayer con menos afluencia de público que el año pasado
La bajada del Katxi desata la fiesta en Oion
Oion. Ya sea por el frío o quizá por la crisis económica, las fiestas de San Vicente y San Anastasio de Oion registraron en esta edición una afluencia de vecinos y visitantes bastante menor que al año pasado. No obstante, todos los actos contaron con el buen ánimo de los asistentes.
La última jornada de las fiestas, la de ayer domingo, comenzó con el tradicional desfile de los auroros, que desde las 4.30 horas recorrieron las calles avisando de su presencia con sonoros cohetes antes de interpretar sus letanías. Por cierto, estos auroros no son integrantes de una cofradía ni de un grupo organizado, sino gente del pueblo que se apunta un par de semanas antes de la salida y se reúne en la sacristía para iniciar los ensayos. O sea, pura vocación.
A las 12.30 horas, encabezados por los gaiteros, la comitiva y los vecinos y visitantes se pusieron en marcha desde la plaza del ayuntamiento hasta la iglesia parroquial para asisitir al primer revolcón del Katxi, representado por Juan José Andoyo.
Como todos los años, se tumbó en el suelo y giró y giró mientras la abanderada de Oión hacía ondear la enseña sobre su cuerpo. Tras ello, se puso en pie y lanzó la gorra al aire para recogerla posteriormente como una señal para entrar en la iglesia con el fin de asistir a la ceremonia.
Unos entraron hasta abarrotar el templo. Otros se quedaron fuera con los chiquillos, que aprovechan para acercarse hasta los gigantes y cabezudos y jugar sin temor con ellos. Mientras, a mitad de camino entre el Ayuntamiento y la iglesia, el Club de Petanca Oyonesa repartió decenas de bollos con chorizo, los preñaos.
Al término de la misa, la comitiva se dirigió al Ayuntamiento. Ante sus puertas, el Katxi volvió a revolcarse.