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Todos los años el día 21 de Enero, en la víspera de la fiesta de los patronos, se hacen bastantes cosas para ir calentando los cuerpos, para disfrutar sanamente de la víspera de San Vicente y San Anastasio, y entre esas cosas esta la tradición de quemar un buen montón de en este caso sarmientos, que les llevan los empleados del Ayuntamineto y los colocan en un montón inmenso que se prende fuego después de las vísperas, Todos los asistentes que son muchos se arremolinan alrededor de este montón de sarmientos de que os hablo, para estar al menos estén calientes por fuera por que esos días y a esas horas suele hacer frío, aunque este año no ha estado el tiempo con esas inclemencias que hemos tenido otros años por las mismas fechas, aquí tenemos a dos amigos uno empleado del Ayuntamiento que muy seguro estará cuidando el montón de rescoldos para que los niños no hagan algún altar sin santos, este señor de que hablamos se llama Victor Alti, y el otro es José en de la Opel, aun recuerdo de cuando eramos jóvenes que en esta noche de hace muchos años, compravamos panceta y chorizo para en los rescoldos preparar nuestra recena con unas botellas de buen vino de Rioja Alavesa, no solo era el chorizo y lo demás sino que otros asaban patatas y recuerdo de haber juntado todo para así comer de todo como buenos convecinos, pero todo esto después de terminar la música que animaba aquella noche hasta altas horas de la madrugada,